Visión normal

El ojo humano nos da el sentido de la vista, permitiéndonos aprender más que cualquiera de los otros sentidos acerca del mundo circundante. El ojo nos permite ver e interpretar formas, colores y dimensiones de los objetos, procesando la luz que reflectan.

La córnea (la ventana clara en frente del ojo) y el cristalino (estructura trasparente dentro del ojo), son ambos críticos para la visión normal. El objetivo de estas dos lentes es enfocar la luz sobre una capa ubicada en la parte posterior del ojo que “registra” las imagenes, conocida como retina. La luz es enfocada dentro del ojo por la córnea y el cristalino para que las imágenes aparezcan con claridad sobre la retina. Luego la retina transmite estas imágenes al cerebro, donde son procesadas. Si las imágenes son perfectamente enfocadas en la retina, la visión resulta en 20/20 (visión óptima), un  enfoque incorrecto producido por delante de la retina resulta en miopía y un enfoque por detrás, en hipermetropía. Si la córnea tiene la forma de una pelota de rugby  en vez de una esfera, se denomina astigmatismo. Cuando ocurre cualquiera de estas patologías, las imágenes que percibe el cerebro son borrosas. Esto es debido al “error refractivo” , lo cual significa que el globo ocular no posee la forma adecuada o que la córnea no posee la curvatura correcta. La presbicia es una condición visual en la cual el cristalino pierde flexibilidad, haciendo dificultoso el enfoque en objetos cercanos.